Hermès gana el juicio de los 'Metabirkin', y eso significa algo muy importante para la moda
Por María José Pérez - 18 de febrero de 2023 - moda
La justicia ha dado la razón a la 'maison', argumentando que los NFT de los famosísimos bolsos Birkin no son una expresión artística y, por tanto, incumplen la ley. Y esto tiene unas implicaciones muy, muy importantes para la moda.
El debate sobre si la moda es arte viene de antiguo, pero sigue vivo cada vez que los vestidos se cuelan en los museos. Sí, incluso aunque tengan su espacio por derecho propio desde hace años. Y si encima le agregamos una capa de mundo digital, ya tienes la polémica hecha. Eso es justo lo que sucedió en 2022, cuando Hermès denunció a un creador de NFTs por los Metabirkins, alegando que era una violación de los derechos d marca, mientras que Mason Rothschild, el autor de los bolsos digitales, alegaba que son arte. Ahora, en 2023, la justicia le ha dado la razón a Hermès: los Metabirkins no son arte y, por tanto, infringen la ley. Una decisión con repercusiones que van más allá de lo puramente legal.
Hay que remontarse a 2021 para entender el furor de los NFT, esos token no fungibles que tanto revuelo causaron, especialmente en el mundo del arte. Y en concreto, a agosto de 2021, momento en el que Rothschild creó 100 Metabirkins, 100 NFT con la forma del archiconocido bolso, de ese objeto de deseo que tiene lista de espera y que incluso protagoniza una de las frases más famosas de Sexo en Nueva York ("No es un bolso, es un Birkin"). ¿El claim? "No es el Birkin de tu madre".
Apelar a la brecha generacional de manera directa casi no era necesario: los acabados y colores de los Birkin digitales distaban mucho de los que pueden verse en las tiendas y que realizan diferentes artesanos manualmente. Sin embargo, la silueta era la misma y el nombre, también. Una decisión trascendente a la hora de emitir un veredicto, ya que el jurado ha considerado que se ha utilizado el término "Birkin" de manera fraudulenta, obteniendo una ganancia directa de él.
Tal y como recoge Vogue Business, Rothschild pretende apelar, aludiendo a que esos NFT son un "experimento artístico" y que, por tanto, estarían protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. El tribunal no opina lo mismo.
La resolución del juicio sienta un precedente importante para la industria de la moda. Primero, empieza a regular las reproducciones digitales de prendas y, por tanto, la autoría de los diseños: no es lo mismo que Hermès lance sus propios Metabirkins a que lo haga otra empresa sin su consentimiento. Pero es que, además, lanza un mensaje sobre el significado de los productos de lujo que no puede obviarse: tienen un valor que va más allá de lo práctico, que está mucho más alienado con el estatus socioeconómico y con lo cultural, tanto en el mundo físico como en el metaverso. Un lugar todavía por explorar pero que, como era de esperar, no va a escapar ni a las leyes escritas ni a las no escritas. A lo que se considera lujo y a las convenciones sociales, tampoco.