Pretty Little Liars y la moda de 2010: las tendencias que vendrán
Por María José Pérez - 20 de septiembre de 2023 - moda
Las grandes cuatro protagonistas de una de las series adolescentes que marcaron la década de 2010 nos muestran varias de las estéticas que, ojo, están por regresar.
Pretty Little Liars o Pequeñas Mentirosas, si lo prefieres. Una de esas series icónicas no por una gran factura o guion impecable, sino por haber marcado a los adolescentes del momento gracias a una buena dosis de misterio inicial, giros narrativos que rozaban lo absurdo y outfits y estilismos casi imposibles y que, sin embargo, resultaban (en mayor o menor medida) inspiradores. En cierto sentido, y que nadie se me enfade, se podría equiparar a Carrie: nadie saldría con esa falda de tul extrema para comprar el pan al igual que nadie llevaría esos zapatos de tacón de 10 centímetros al instituto para sentarse en clase de matemáticas, pero no podías dejar de mirar ni un solo segundo. Vamos, que aunque la serie no vaya a estar en la misma lista que Juego de Tronos o Sucesión, es entrañable. La queremos. Y queremos los looks que nos dejó porque nos hace un buen repaso por algunas de las estéticas que dominaron la década de 2010 y que, ojo, están por regresar. De hecho, ya lo están haciendo.
Spencer y el 'preppy' 2.0 (mezclado con el 'nerd')
Sin Charlotte York, no habría Blair Waldorf, y sin ellas, no habría Spencer Hastings. Pero. Siempre hay un pero. Quizás por su edad, quizás por su personalidad, lo curioso del armario de Spencer es que a pesar de enraizarse en lo clásico con ineludibles toques preppy, pivotó hacia lo nerd. Tiene sentido: era 2010, momento álgido de los hipsters. Y ella era todo y nada al mismo tiempo, porque aquí el resultado era algo más que la suma de las partes. Pero era un resultado que plasmaba sin fisuras sus aristas: una estudiante de sobresaliente agobiada por cumplir las expectativas propias y ajenas que, al mismo tiempo, no deja de ser una adolescente con ganas de vivir y experimentar.
En Spencer Hastings había mucho rastro del espíritu college que ya hemos estado viendo en las pasarelas y el street style y que, por supuesto, vamos a seguir viendo, especialmente gracias a firmas como Miu Miu: ahí tienes gafas, cárdigans, y una mezcla entre lo lady y lo intelectual que, por cierto, ya propuso (a su modo) Alessandro Michele en Gucci solo dos años antes de que la serie terminase (se emitió de 2010 a 2017).
Los cárdigans y las blazers eran un mantra para Spencer, que o bien llevaba una, o bien llevaba otra. A no ser que hubiese algún chaleco implicado o, redoble de tambores, corbatas. Sí, ese complemento que se ha colado tanto en Valentino como en Christian Dior y que se está posicionando como el accesorio complicado pero hipnótico de esta temporada. Si quieres un poco de inspiración anterior a la novedad, en este personaje la tienes.
Los cuadros, un estampado que también está entre las tendencias de otoño-invierno 2023/2024, y la raya diplomática también eran habituales en el armario de la joven obsesionada con las notas y la perfección impuesta por su familia. Pero si había algo que usaba una y otra vez, con permiso de las gabardinas y las capas, eran las minifaldas y las calzas. Las primeras solían moverse dentro de lo lady, dulcificando los estilismos, mientras que las segundas la colocaban en la actualidad de aquel entonces, cuando Tumblr era la norma y ese tipo de calcetines, lo que había que llevar si querías seguir las tendencias del momento. Culpa a Taylor Swift y a las celebridades del momento, pero quien avisa, no es traidor: estamos a un desfile de Miu Miu de volver a verlas en la calle.
¿Qué pasó cuando creció? Que esa experimentación quedó en un segundo plano y la practicidad se hizo fuerte: dedicándose a la política, optó por esa clase de estilismos clásicos y sencillos (que bien podrían estar dentro del lujo silencioso) para moverse entre eventos y jornadas de trabajo maratonianas sin tener que realizar demasiados cambios. Era más divertida en la adolescencia, pero los últimos looks pueden darte alguna idea a modo salvavidas.
Hannah Marin
A Hannah, interpretada por Ashley Benson, nos la presentaron como la más alineada con la moda, como la (perdón por lo obvio del término) fashionista, la que adoraba la ropa, siempre tenía una opinión sobre un estilismo y la que quería dedicarse a ello costase lo que costase (aunque lo de las prácticas con Vera Wang gratis no le hizo mucha gracia). De hecho, ese es parte de su final, y lo trabajó desde el principio de la serie. Porque si hay alguien que refleje sus cambios y evoluciones a través de la ropa y su entorno, es Hannah.
Esa plasmación en prendas de lo que sucede en su vida casi está a la altura de la evolución estética de Rachel Green en Friends (la más realista que ha presentado nunca una comedia televisiva): pasa de ser la amiga que no se quiere físicamente y que viste con prendas amplias y no demasiado coordinadas a la chica popular que siempre tiene que presentarse impecable ante su público, para continuar por la chica atormentada que se pinta los ojos de negro y usa denim y cuero y, finalmente, volver a encontrarse en una estética muy pegada a la tendencia. ¿Se parece a cuando tenía que estar siempre preparada para el resto? Sí. ¿Lo hace por ella y no por los demás? También. Eso es lo bueno. Digamos que liberador, incluso.
A Hannah la vemos en situaciones estéticas en las que, quizás, te has encontrado en algún momento de tu vida. La vemos llevar chándal cuando se siente mal (si lo hizo hasta Chenoa, fijo que tú también), la vemos ponerse un vestidazo cuando se siente estupenda y la vemos necesitando un cambio visual cuando pasa por un momento complicado, como una ruptura, porque si algo ha cambiado dentro, también tiene que hacerlo fuera.
A pesar de los cambios, Hannah siempre fue muy constante con las chaquetas perfecto, marcar la cintura (salvo cuando tiraba de superposiciones de tops, como ya tienes en tiendas) y con las minifaldas y minivestidos. ¿La excepción? Los pantalones pitillo durante su adolescencia, que en la etapa de juventud de la última temporada, cambia por pantalones palazzo y otro tipo de piezas que, de nuevo, resultaban acordes a las tendencias del momento.
Aria Montgomery
El caso de Aria es bastante interesante a nivel estético, ya que, de entrada, no hay nada en su personalidad que demuestre un interés evidente, o al menos tan evidente, como el de Hannah en la moda y, sin embargo, hay varias escenas a lo largo de la serie en la que se incide en el gusto de Aria por la estética. Digamos que, sencillamente, es una extensión de su sensibilidad por lo visual y las artes, que se expresa tanto en su faceta de escritora como en la de fotógrafa (que no se nos olvide que ganó una beca), además de en sus experimentos capilares o en su obsesión por ver películas antiguas. Un alma sensible.
Teniendo en cuenta esta vena intelectual y un poco nostálgica, lo fácil habría sido acercarla, aunque fuera ligeramente, al look de Spencer, y sin embargo, está más cerca del de Hannah. Y la respuesta la tenemos en Tumblr: entre 2010 y 2017, estaba plagado de chicas como Aria. No se desarrolla mucho su vena musical, pero fijo que hubiese escuchado Lana del Rey.
El prototipo de chica Tumblr que personifica Aria también tiene muchas calzas en su armario, pero el signo más distintivo de su estilo es la mezcla de estampados. Es un no parar a lo largo de la serie y aunque muchos de ellos son extremos, si algún día necesitas ideas, seguro que tienes la solución en sus looks: flores, calaveras, mariposas, cuadros... Da igual el patrón en el que pienses: ella lo ha llevado, y no de manera minismalista.
En ese sentido, resulta interesante echar un vistazo a los vestidos: incluso llevando una única pieza, o dos, en el caso de que haya una chaqueta, Aria siempre ponía en pantalla un punto recargado y un pelín oscuro, especialmente a través de tejidos como el cuero, adornos como tachuelas y accesorios como collares y cinturones bien visibles. Si quieres un adjetivo para ella, ecléctica sería uno más que adecuado y que, por supuesto, se lleva consigo cuando empieza a trabajar para la editorial.
Emily Fields
Quizás pienses que Emily, a quien dio vida una muy viral Shay Mitchell, no tiene mucho que ofrecer visualmente: la encasillaron tanto en el papel de deportista que cuesta verla salir de las camisas de cuadros, los shorts vaqueros y las camisetas básicas con algunos toques deportivos.
También la veíamos con camisetas gráficas, tank tops, chaquetas bomber deportivas y, por supuesto, vaqueros pitillo con zapatillas deportivas. Algún chaleco por aquí, alguna cazadora por allá, y pare usted de contar. En teoría, así era Emily. Pero quizás por la proyección de la actriz, quizás porque también querían plasmar ese lado pasional de la nadadora (que quizás es quien más citas y romances tuvo a lo largo de la serie), cuando había algún baile o fiesta (cosa que sucedía cada dos por tres), llevaba los vestidos más sensuales del grupo, con cortes ajustados y escotes pronunciados. Canónicos, pero diametralmente opuestos a los looks de diario, como si en ella viviesen dos personas diferentes.
¿Que por qué te lo puedes apuntar? Porque esas dos versiones las vas ver reflejadas en las tendencias de la temporada.