Cómo hacer un 'glow up' de belleza (global) cuando empieces el nuevo curso

Por María José Pérez - 27 de agosto de 2023 - belleza

#moda#belleza#lifestyle#bienestar#autocuidado#rutinas

O durante tus vacaciones de finales de agosto y principios de septiembre, si es que te toca ahora. La cuestión es que la vuelta a la rutina, o incluso la creación de una nueva, es la excusa perfecta para implementar esos hábitos que habías ido dejando pasar.

Si buscas "glow up tips" en Google, 427 millones de resultados en décimas de segundo. Así que a pesar de que la capitalización del autocuidado y de la creciente concienciación de que aplicarte una crema no va a aumentar tu sensación de empoderamiento, lo cierto es que la curiosidad por adquirir o recuperar el brillo propio sigue muy presente en buena parte de la sociedad. Y en TikTok, por supuesto. Ahí, el término no solo acumula millones y millones de visualizaciones, sino que hay planes bien diseccionados en listas generales, de 30 días o de incluso 3 meses para ponerte un poco más fácil volver a la rutina o crear una nueva que te satisfaga un poco más. 

Aunque hay vídeos llenos de consejos caseros para exfoliar tu cuerpo y versiones más orientadas hacia los demás que hacia una misma, muchos de los tips que vas a encontrar sí se enfocan a un bienestar global que habla de una motivación clara: cuidarse por el placer de cuidarse y por conocer la importancia de crear espacios para una misma. Eso sí, sin exigencias. Que la implementación del glow up y de nuevos hábitos no suponga una carga; de lo contrario, estaremos tirando piedras sobre nuestro propio tejado. 

No son pocos los psicólogos y los expertos que hablan de lo crucial que resulta controlar la autoexigencia y, por ende, los niveles inadecuados de cortisol, o lo que es lo mismo, el estrés crónico. Por ejemplo, Marián Rojas señala en su libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas: entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida que algunas de las claves para mantener a raya el cortisol son el ejercicio, manejar las personas tóxicas y tener a mano herramientas de mindfulness que ayuden tanto con la meditación propiamente dicha como con la reeducación del pensamiento, ya que "los pensamientos negativos tienen un impacto tóxico cuyos efectos pueden durar en el cuerpo varias horas". 

En ese mismo libro, al igual que en sus redes sociales, donde divulga sobre psicología y salud mental, Rojas utiliza un término ante el que algunos han desarrollado cierta alergia, quizás por su mal uso: "Tu Mejor Versión". Pero no esa que bebe matcha latte para compartirlo en un vídeo corto, sino esa que parte de saber responder a la pregunta universal ("¿quién soy?") y de ser consciente de que para alcanzar ese ideal, también tiene que haber voluntad y planificación. Y por eso vamos a empezar este particular glow up por ahí.

Encuentra el sistema de organización que te funciona (pero de verdad)

Sirve de poco que te fijes un objetivo vago enunciado mentalmente. Rojas lo vuelve a explicitar en su texto: "El que no tiene un plan es esclavo de lo inmediato". Pero no puedes quedarte solo en el primer paso (aunque a determinadas personas, les resultará tan divertido como satisfactorio): hay que llevarlo a cabo Y para eso, vas a necesitar un sistema de organización que vaya contigo. 

No es que te tengas que convertir en una experta en Google Calendar de la noche a la mañana (y eso que tiene sus ventajas). Si no es lo tuyo, empieza poco a poco y quédate con los básicos: quizás te funciona mejor una tradicional agenda en papel, o un estético organizador semanal, o simplemente, notas adhesivas pegadas en la nevera para no olvidar la cita del médico de la semana que viene o que hay que ir a comprar lejía. En serio, no importa: lo relevante es que sientas sintonía con tu sistema y no te complique la vida: tiene que ponértela más fácil. 

Sé consciente de la cantidad de agua que bebes

Es el consejo que se repite en todas las listas de glow up, pero también es el que refrendan numerosos expertos en salud y nutrición, porque aunque lo desdeñemos, resulta muy, muy importante. Y ojo, porque si te pones a contar los vasos de agua que bebes al día, quizás te des cuenta de que no llegas a los consabidos dos litros diarios recomendados, especialmente en verano y durante las vacaciones, cuando las salidas fuera de casa invitan a otro tipo de bebidas. No es que sea una ley inamovible y, lo principal, es escuchar a tu cuerpo, pero el agua debería primar sobre cualquier otra bebida. Así que toma conciencia y ponte a ello: lo van a agradecer tus órganos, tus músculos y tu piel. 

No te obsesiones con entrenar alta intensidad: piensa en mover tu cuerpo

Uno de los efectos secundarios del boom del fitness en las redes sociales es el de intentar sumarse a rutinas demasiado ambiciosas para el estado físico propio o creer que el HIIT o el running son las únicas formas viables de ejercitarse. Y cuando a eso se le suma la autoimposición de que "hay que hacerlo" para volver a la rutina, apaga y vámonos. ¿Una propuesta un poco más saludable para con la mente? Elegir moverse antes que ir al gimnasio a machacarte tres días. 

Ese es uno de los motivos por los que las caminatas se han vuelto tan populares (además de porque se han romantizado tanto como las rutinas de mañana o de ducha, por supuesto), y los famosos 10.000 pasos al día pueden ser esa alternativa saludable que estás buscando para empezar a introducir (o reintroducir) el movimiento en tu vida. Y si eres de las que necesita un extra para motivarte a ello, simplemente busca "Hot Girl Walk" en tu buscador o red social de confianza: vas a encontrar una versión estilizada de salir a pasear, por supuesto, pero también una especie de oasis mental. La creadora de contenido que popularizó esta práctica en TikTok, Mia Lind, sostiene que se trata de "un paseo en el exterior de cuatro millas en el que solo puedes pensar en tres cosas: cosas por las que estás agradecida, tus objetivos y cómo quieres conseguirlos y en lo buena que estás". 

Busca un libro, podcast o serie que te haga sentir bien (y te aporte)

Pero de verdad. Es decir, que no sea la gratificación inmediata que te da ese reality que en realidad no te deja buen cuerpo, o un podcast que te hayan dicho que tienes que escuchar pero que en realidad te está aburriendo soberanamente y para cuando te das cuenta, estás pensando en otra cosa en vez de escuchando. No. Se trata de algo que o bien te nutra en un aspecto de tu vida que te interesa o bien sientas como un abrazo. Y si resulta que mientras estás consumiendo ese contenido terminas con el móvil en la mano haciendo scroll es que probablemente no sea tu contenido (o que ese no sea su momento).

Deja de seguir en redes sociales a quien no te genera nada bueno

A pesar de que tendrías que plantearte por qué una cuenta o una persona te hace sentir de esa manera y de que hay que tomar conciencia de que esas sensaciones vienen de dentro y no de ellas, lo cierto es que no tienes por qué exponerte a ello de manera sistemática y, sobre todo, en momentos de "guardia baja" y relajación, que es cuando idealmente acudimos a las redes sociales. Por eso, pulsar el botón de "dejar de seguir" o de "silenciar" puede ser tremendamente liberador, como el alejarse de las personas tóxicas. 

Dale una oportunidad al journaling

Vale que este es otro de los consejos que por verlo tanta veces estilizado puede llegar a desdeñarse, pero las bondades que trae consigo son numerosas y, de hecho, es un ejercicio que muchos psicólogos recomiendan. No se trata de escritura automática, o de que tengas que llenar un número de páginas al día a las cinco de la mañana, sino de plasmar pensamientos, preguntas y reflexiones por escrito: te va a permitir tomar perspectiva y ahondar en cuestiones que quizás están carcomiéndote por dentro. Si eres fan de Harry Potter, tómatelo como un pensadero. Y para ponértelo más fácil, puedes probar estas dos cosas:

• Busca prompts de journaling, es decir, preguntas ya hechas, para no enfrentarte al síndrome del folio en blanco. Hay muchísimas cuentas, aplicaciones y opciones disponibles para ponerte a ello.
• Agenda tu rato de journaling. Es fácil ir posponiéndolo a lo largo del día y de la semana y, al final, no hacerlo por cansancio, falta de tiempo y mil ocurrencias más, así que plásmalo en tu calendario y ve introduciéndolo en tu rutina poco a poco. Y si te sirve, como dice James Clear en Hábitos Atómicos, asócialo a otro hábito hasta que se convierta en uno por derecho propio.

Prueba un nuevo look con lo que ya tienes en tu armario y tu cajón de maquillaje

Tener tu estilo claro no quiere decir que siempre vayas igual o no dejes margen a la experimentación. Porque, reconozcámoslo, de cuando en cuando, la novedad puede ser un revulsivo que avive la ilusión, como el material escolar con olor a nuevo. Y no es que para ello tengas que realizar ningún desembolso (aunque si es lo que te apetece y tiene sentido con tu armario y presupuesto, ve a por ello): se trata de desempolvar esa prenda o ese labial que tienes un poco olvidado y darle una segunda oportunidad. O quizás de combinar dos colores con los que no te habías atrevido, o intentar una técnica de maquillaje que has visto pero que por pura inercia no has incorporado a tu rutina. O de algo tan sencillo pero tan poderoso como probar ese estilismo que consideras especial o incluso demasiado para tu día a día, como un vestido lencero que crees que solo es para la noche o un labial rojo para ir a desayunar un domingo cualquiera. Se trata de que te sientas renovada y, por qué no, ilusionada con la imagen que te devuelva el espejo.