Leneim, la marca española donde encontrar el look elegante y sostenible que no pasa de moda
Por DModa - 4 de julio de 2024 - moda
La firma catalana creada por Xenia Banús hace dos años demuestra día tras día que el ‘slow fashion’ puede ser tan honesto como apetecible. Sin temporadas y sin género, los diseños minimalistas recuerdan que la modernidad no está reñida con la consciencia y la responsabilidad.
La moda sostenible tiene que ser apetecible. No es un mandamiento que se repita mucho en el discurso de lo políticamente correcto y, sin embargo, es una premisa que se antoja necesaria cuando se echa un vistazo a las distintas investigaciones sobre las motivaciones que llevan a los consumidores a comprar: el deseo y lo irracional son los principales motores de compra. ¿La buena noticia? Que la honestidad no está reñida con la modernidad: Leneim es la firma española que demuestra que hay esperanza.
La marca de moda donde lo femenino y lo masculino conviven de manera excepcional aterrizaba en la industria hace dos años, en julio de 2022, con un objetivo muy claro: dar vida a aquello olvidado que un día dejó de interesar, es decir, “hacer moda de manera consciente e intencionada”, explica Xenia Banús, su fundadora. ¿El motivo? "Beneficiar los intereses de las empresas, creando un modelo insostenible para el planeta que renuncia a la calidad de los procesos, a la durabilidad y a la honestidad”, continúa. Por eso, para esta firma la única opción era la producción responsable y local/nacional: recurrir a tejidos orgánicos o excedentes textiles que cobran una nueva vida en un taller cerca de Barcelona.
“Para Leneim, sólo tenía sentido producir aquí y contribuir a la economía local siendo coherentes con nuestros valores y garantizando unas condiciones de trabajo justas”, sostiene la fundadora. Incluso cuando eso implica renunciar a márgenes de beneficio jugosos debido a los costes de producción en España: hace poco, se alcanzaba la cifra récord de seis euros para una camiseta interior de punto. “Ese es el principal motivo que empuja a las firmas a externalizar su producción: supone más sacrificio y pocos están dispuestos a disminuir su margen”, cuenta.
Aunque los más cínicos puedan tildar esa concepción de idealista y el avance del ultra fast fashion haga que el optimismo se tambalee, no son pocos los gestos que han estado dándose en la industria de la moda que se alinean con el discurso de Leneim: desde el creciente interés del público por saber cómo se hace su ropa hasta el desarrollo del upcycling y el mercado de compraventa de segunda mano, pasando por la penúltima vuelta del concepto de armario cápsula. Y aunque Banús se sienta más identificada con “la funcionalidad y la honestidad de las prendas bien hechas” que con la noción canónica del término, si alguien se lo propone, podría vestir el resto de su vida solo con las prendas de Leneim: la atemporalidad resulta moderna no solo gracias a la alta calidad de los materiales y los colores neutros, sino también a los patrones oversized que resultan fáciles de llevar y que, además, abrazan el cuerpo en cualquier momento vital. Sea como sea ese cuerpo: en Leneim no hay género porque “la moda es una expresión libre, y debe ser versátil y mirar hacia el futuro, sin excluir”.
La mayoría de las referencias de edición limitada que están ahora mismo disponibles en Leneim refuerzan esa idea. El traje azul marino lo ejemplifica a la perfección: puedes imaginar a cualquier persona dentro de él sin que, además, resulte previsible gracias a detalles como corchetes en el pantalón o la caída recta de la blazer. Aunque si hay que hablar de básicos reinventados, hay que mencionar la chaqueta beis desmontable, que con un sencillo gesto puede convertirse en una prenda corta que va a las mil maravillas con otra de las prendas estrellas de la marca, los pantalones cargo. Eso sí, es imposible pasar por alto (con permiso de la chaqueta vaquera y de las camisas) el corsé, uno de los best seller de la marca realizado en algodón orgánico que puede colocarse sobre cualquier prenda. Al fin y al cabo, el layering es una de las estrategias que proponen desde la firma para maximizar las opciones de nuestros looks con conciencia.
“Aplicando las superposiciones, entremezclando texturas y jugando con detalles transformables se puede reconciliar un armario minimalista y un consumo responsable con las ganas de experimentar visualmente con nuestros estilismos”, cuenta Banús. A ella, este camino y el minimalismo visual le permiten “canalizar la energía hacia lo que suma valor”, algo que le hace sentir bien.
La sastrería juega un papel importante en este universo con cada vez más adeptos, pero en la aproximación de Leneim hay poco de la autoridad canónica y mucho de ilusión y entusiasmo: aquí, los trajes, las líneas amplias y la pureza visual ejemplifican “el poder del cambio”.
