Labienhecha: los bolsos (bien) hechos por mujeres malagueñas aterrizan en Madrid
Por María José Pérez - 22 de mayo de 2023 - moda
Las malagueñas que han popularizado los bolsos de calidad a precios accesibles abren su primera tienda en Madrid, confirmando que el 'slow fashion' es una apuesta tan segura como paciente.
Los bolsos de Labienhecha están bien hechos. Suena a perogrullada o a chiste malo (o de nuestro cofundador), pero lo cierto es que las palabras no hacen más que reflejar una realidad que toca tanto al producto como a las mujeres que llevan a cabo el proceso. Son bienhechas, si por ello entendemos a mujeres íntegras, sensatas, apasionadas y honestas.
Recién aterrizadas en Madrid (abrieron su primera tienda física en la capital a finales de abril), sienten que la ciudad les ha acogido con los brazos abiertos. Los gatos dirán que esto siempre pasa, pero no le vamos a quitar el mérito a las malagueñas: su tesón y transparencia son claves a la hora de crear y mimar su comunidad; un pujante grupo que incluye todo tipo de personas (modelos como Paca son un hit entre los hombres) que, a pesar de sus diferencias, sienten que la sostenibilidad es imprescindible a la hora de realizar sus compras.
"Cada vez son más las personas que dicen que si pueden aportar su granito de arena a algo hecho en España, lo van a hacer", cuentan. "Realmente, los bolsos no son un producto de primera necesidad; son un capricho, pero dentro de los caprichos que tenemos, vamos a luchar por hacerlos más sostenibles y éticos". Y eso significa prestar atención a todas y cada una de las partes del proceso, al equipo y, por supuesto, a los materiales, entre los que destaca el cuero reciclado que, además, ahora han convertido en pendientes y tarjeteros con el objetivo de llegar al ansiado residuo cero. Aquí no se desperdicia nada.
No se trata de volver a soltar un discurso moralista o ejemplarizante: se trata de tomar conciencia y de saber que lo sostenible no es ni más caro ni más feo. ¿El mejor ejemplo? En los nuevos bolsos de Labienhecha, los Blanditos, realizados con 100% silicona y 100% libre de plástico (no derivado del petróleo; ni PVC ni PU), un material responsable, reciclable y resistente que aguanta incluso la llama de un mechero. Tal cual suena. "Que esto sea tan bello también implica un trabajo por parte de las artesanas de enfrentarse a un nuevo material, un reto que han superado con creces", explican. Por si lo dudabas, las primeras unidades se agotaron en el lanzamiento y la segunda producción se agotó en la fase de reserva.
Las máximas de calidad saltan a la vista desde su popular web, pero quedan todavía más claras al tocar los bolsos: el amor a los detalles está en cada una de las costuras que realizan a mano once artesanas. Once. Veintidós manos que se encargan durante unas dos semanas de realizar un producto con unos márgenes ajustados, porque en Labienhecha creen firmemente que tanto la sostenibilidad como los modelos de producción alternativos a la moda rápida deberían ser accesibles para la mayoría. Eso sí es democratización de la moda.
"El que piense que nos estamos haciendo de oro... siento tirarle el castillo de naipes, pero no. Los márgenes son poquitos porque queremos que la sostenibilidad sea accesible", explican. "La sostenibilidad está de moda y muy arriba, pero a qué precio, desorbitado. La persona de a pie no puede pagar esos precios así que intentamos luchar para que haya una sostenibilidad más accesible". Para eso, y para unas condiciones de trabajo justas. "Lo que no podemos permitir en pleno siglo XXI y año 2023 es que se siga fomentando las fábricas con niños en China o Bangladesh y lo que hace grande a Labienhecha es que lucha por fomentar el empleo local. ¿Que eso es lo deseable para todas las empresas? Sí. ¿Que es una utopía? También. Los márgenes de otras empresas son enormes a costa del equipo, en Labienhecha es todo lo contrario; el equipo, por encima de todo".
Quien se asoma por la tienda de Málaga o de Madrid, donde el mostrador está inspirado en uno de sus primeros bolsos, también se siente parte de ello: hay algo de entusiasmo y de cariño en el ambiente que no solo tiene que ver con los dieciocho colores que convierten a los bolsos en chucherías. En la atención, en la pasión, en la creencia firme de que así es como hay que hacer las cosas. Por eso, "el que tiene uno repite, y si repite, es por algo". Dicen que Labienhecha no mueve el mundo, pero sí que promueve el cambio. Y quizás el mundo en general y esta industria en particular sería un lugar más bonito y más amable si nos dejásemos llevar un poco más por el espíritu de Labienhecha.